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Unicaja Salud y Rendimiento


3 de febrero de 2020

Técnicas de oclusión ventricular. Parte I

Primera parte sobre las técnicas de oclusión ventricular a cargo del preparador físico de la Cantera del Unicaja Enrique Salinas. En esta entrega se ahonda en el flossing, una técnica que desgranamos a continuación. ¡No te la pierdas!

El flossing es una de las técnicas de oclusión ventricular que aún cuenta con poco rigor científico, pero tiene un enorme “poder” para la ganancia del ROM articular. En este primer monográfico vamos a contar algunas de sus principales características y funciones.

 

1.- INTRODUCCIÓN

Las técnicas de FLOSSING, se basan en realizar una oclusión mediante bandas compresivas. Hasta la fecha disponemos realmente de pocos estudios al respecto, aunque cabría destacar a los alemanes Seidenspinner & Kolster (2015), pioneros en el estudio de esta técnica terapéutica.

 

El objetivo de este artículo es definir los fundamentos y las posibles aplicaciones del flossing dentro del entrenamiento deportivo y la recuperación analítica y funcional de lesiones osteo-musculo-articulares. Aunque las evidencias científicas no son claras con respecto a la eliminación del dolor con las técnicas de oclusión ventricular, si sabemos por Butler Moseley que “un dolor elimina otro dolor”, o lo que se sería lo mismo una señal nociceptiva de presión puede mejorar la interpretación del dolor y, por lo tanto, tratar las molestias del sistema anatómico funcional.

 

A partir de esta conceptualización inicial, los objetivos fundamentales del flossing son:

  • Alivio del dolor
  • Eliminación del dolor para poder realizar un entrenamiento de recuperación
  • Mejora de la movilidad articular (al solaparlo con otras técnicas de activación neuromusculares propioceptivas)
  • Reducción de la inflamación articular tras esguinces de grado I y II.

 

2.- EL MATERIAL

El material que se utiliza para aplicar esta técnica consiste en unas bandas de caucho natural que, según el fabricante, ejercen diferentes presiones sobre el tejido en las que se han aplicado. Se recomienda no optar por material barato puesto que la presión y la elasticidad que se pretende no será la correcta para que se produzca el estímulo terapéutico necesario en el tejido estimulado.

 

La longitud de la banda suele oscilar entre 1,25 a 2,06 m y el espesor entre 0,8 a 1,5 mm. La anchura es dependiente de la zona, siendo la zona de brazos, piernas y cuerpo las zonas que utilizan mayor sección transversal (en torno a los 5 cm). Las zonas de menos diámetro utilizan bandas de compresión de unos 2,5 cm.

 

3.- MECANISMO FISIOLÓGICOS DE ACCIÓN

Aunque aún no se conoce exactamente el principio de acción del flossing, sí sabemos que no es solo la compresión la que ejerce las adaptaciones terapéuticas sino que los movimientos adicionales son determinantes para que se produzcan efectos positivos.

 

Una de las causas de la adaptación es la reducción inmediata del flujo sanguíneo de la zona a tratar, mediante la compresión del liquido tisular y los metabolitos que se drenarán durante la posterior hiperemia gracias a la rápida llegada de oxigeno a la zona ocluida. La oclusión provoca un riego sanguíneo reducido que, a su vez desencadena una acumulación de la sangre en la zona, provocando un descenso de la saturación de oxígeno y una disminución del PH intracelular.

 

Según los estudios de Taradaj y cols…(2015); Zaleska y cols…(2014), una compresión transitoria repetida varias veces de unos 120 mm hg ejerce una disminución de edemas, aunque, como hemos mencionado anteriormente, los mecanismos de acción fisiológicos de drenaje linfático mediante la comprensión u oclusión ventricular solo son interpretaciones subjetivas hasta el momento.

 

Lo que sí es relevante es el efecto de la piel y las fascias musculares en cuanto a las adaptaciones con el entrenamiento de oclusión ventricular con bandas elásticas. Al estar en contacto directo con la banda, todos los mecanoreceptores conocidos (Meissner, Merkel, Pacini, Rufini etc.) están estimulados. Este estímulo de presión sobre la piel produce que los mecanosensores envían mediante conducción aferente señales muy potentes al asta posterior de la médula espinal, provocando así la inhibición de los estímulos álgicos. La importancia de la compresión en las fascias es muy determinante puesto que estas presentan una gran inervación además de conectar todos los órganos del cuerpo entre sí. Se las puede considerar como el órgano sensitivo más grande del cuerpo humano.

 

Schlelp (2003) demostró que el entrenamiento con bandas elásticas de compresión estimulaba de forma importante los mecanoreceptores de la piel dando lugar a un mejor suministro de fluidos en la matriz extracelular, como por ejemplo el agua. Ésta tiene efectos de reducir la viscosidad favoreciendo, de esta manera, el desplazamiento de las fascias.

  

El mecanismo fisiológico de acción de estas técnicas en el caso de la readaptación de articulaciones y sus ligamentos se basa en la estimulación de los mecanosensores propioceptivos ya que estos informan a la médula espinal y a las estructuras supraespinales sobre la posición y la carga de las articulaciones.

 

Una lesión articular y ligamentosa trae consigo procesos inflamatorios y reducción del ROM articular dando lugar a una inhibición de la coordinación neuromuscular. La aplicación del flossing en este caso provoca efectos importantes sobre la inflación de la capsula articular y aumento del ROM articular (Seidenspinner y Kolster 2015).

 

Los mecanismos de acción fisiológicos sobre el dolor como medida terapéutica son evidentes (Butler, Moseley). El sistema nervioso mantiene dos estados permanentemente: los SIMS (estado de seguridad) y los DIMS (estado de alarma o peligro). Se puede provocar un peligro o señal nociceptiva para originar un proceso llamado inhibición descendente en la médula espinal, el cortex y en las fibras nerviosas. Este proceso desencadena estímulos de curación que bloquean el dolor gracias a la liberación de opioides endógenos.

 

4.- APLICACIÓN

El flossing se puede aplicar en casos de dolor y limitaciones de la movilidad principalmente. Es una herramienta muy útil para iniciar entrenamientos de recuperación y como medida de calentamiento antes de realizar ejercicio físico. La primera sensación después de una sesión es la recuperación de la movilidad articular y la “eliminación” parcial del dolor en la zona afectada.

 

La aplicación del flossing es útil en los siguientes casos:

1.- Mialgias

2.- Limitaciones articulares

3.- Dolor articular

4.- Inflamación

5.- Cicatrices y adherencias

6.- Calentamiento

 

5.- CONTRAINDICACIONES

Posiblemente este es el apartado más importante a tener en cuenta puesto que su mala praxis puede ocasionar problemas en la piel y en el sistema cardiorespiratorio.

 

 Las principales contraindicaciones son la siguientes:

1.- Heridas abiertas o irritaciones cutáneas

2.- Quemaduras

3.- Trombosis  y enfermedades venosas agudas

4.- Enfermedad arterial oclusiva

5.- Insuficiencia cardíaca

6.- Toma de inhibidores de la coagulación

 

Enrique Salinas Romea

Preparador Físico Cantera Unicaja

Preparador Físico Selección Española Absoluta