La campaña 2003-2004 empezó con la ilusión de un nuevo proyecto tras la finalización del ciclo de Boza Maljkovic, y la apuesta por un hombre de la casa al frente del Unicaja, Paco Alonso, que después de cinco años como ayudante del entrenador serbio afrontaba el reto de dirigir al equipo. Los fichajes de Walter Herrmann, MVP nacional, y Victor Alexander, mejor pívot de la Euroliga, además de la continuidad de Louis Bullock y el regreso de Germán Gabriel y Darren Phillip (después de su cesión en Girona) convertían al equipo en aspirante a todo.
Pero tras un mes de octubre cargado de partidos en los que el equipo no consiguió responder de forma positiva, el Unicaja acumuló 3 victorias y 5 derrotas que provocaron la dimisión de Alonso y el acuerdo con Victor Alexander, el fichaje estrella de la temporada, para su marcha del equipo.
Llegaron Sergio Scariolo, sin equipo por los problemas económicos de la Virtus de Bolonia, -tras un breve paréntesis en el que se hizo cargo del equipo el segundo de Paco Alonso, Chechu Mulero-, y Larry Lewis para sustituir a Alexander, y, poco a poco, el equipo fue recuperando el nivel de juego y las victorias fueron llegando aunque no a tiempo para conseguir la clasificación para la Copa del Rey en la que el Unicaja no participó después de cinco años consecutivos haciéndolo.
El descanso le vino bien al equipo y una segunda vuelta espectacular, con 13 victorias y 4 derrotas, con una racha que llegó a enlazar hasta siete victorias consecutivas, le llevaron a escalar puestos rápidamente en la tabla.
En abril se fichó a Ioannis Giannulis para reforzar el juego interior de cara a los play-offs. A falta de una jornada, el Unicaja luchaba por la cuarta plaza, desplegando un gran juego de equipo que les llevó a convencerse de sus posibilidades en la lucha por el título de campeón. Al final, los resultados de esta última jornada propiciaron un triple empate del que el Unicaja salió perjudicado y acabó en una meritoria (teniendo en cuenta el comienzo de liga) sexta plaza que le emparejó en los play-offs con el tercer clasificado, el Pamesa Valencia.
En una eliminatoria a vida o muerte, ya que el perdedor no accedería a la máxima competición europea en la próxima temporada, los dos equipos dieron el cien por cien de sus posibilidades y así se llegó a un agónico quinto partido de desempate que se disputó en el Pabellón de la Fuente de San Luis de Valencia, merced a la mejor clasificación del Pamesa en la Liga Regular.
Cuando todo el mundo daba por favorito al equipo valenciano, el Unicaja se sobrepuso y dio la vuelta a la serie haciéndose con una heroica victoria que le dio la clasificación por cuarta temporada consecutiva (quinta en total) en la máxima competición europea: la Euroliga.
Pero, además de la plaza para la Euroliga, el triunfo en Valencia mantenía vivo al Unicaja en la lucha por el título, aunque le esperaba un duro rival en las semifinales: el F.C. Barcelona. El Unicaja viajó a la ciudad catalana con toda la ilusión que había acumulado en Valencia, pero en los dos encuentros que se disputaron en el Palau Blaugrana, el equipo local se llevó la victoria, aunque con mucho esfuerzo. Con 2-0, la eliminatoria se trasladó a Málaga y el Palacio de Deportes Martín Carpena volvió a vivir un ambiente de gala para intentar un nuevo reto, pero en este tercer encuentro, el Unicaja, a pesar de ir ganando hasta por 14 puntos, acabó cayendo en el último minuto, lo que colocaba un 3-0 definitivo en la serie, que no mostró la igualdad vivida en cada partido.
Aún así, el balance de la temporada, que vivió muchos cambios, resultó más que positivo con una cuarta plaza final en la clasificación y la oportunidad de jugar de nuevo en la Euroliga.
Pero tras un mes de octubre cargado de partidos en los que el equipo no consiguió responder de forma positiva, el Unicaja acumuló 3 victorias y 5 derrotas que provocaron la dimisión de Alonso y el acuerdo con Victor Alexander, el fichaje estrella de la temporada, para su marcha del equipo.
Llegaron Sergio Scariolo, sin equipo por los problemas económicos de la Virtus de Bolonia, -tras un breve paréntesis en el que se hizo cargo del equipo el segundo de Paco Alonso, Chechu Mulero-, y Larry Lewis para sustituir a Alexander, y, poco a poco, el equipo fue recuperando el nivel de juego y las victorias fueron llegando aunque no a tiempo para conseguir la clasificación para la Copa del Rey en la que el Unicaja no participó después de cinco años consecutivos haciéndolo.
El descanso le vino bien al equipo y una segunda vuelta espectacular, con 13 victorias y 4 derrotas, con una racha que llegó a enlazar hasta siete victorias consecutivas, le llevaron a escalar puestos rápidamente en la tabla.
En abril se fichó a Ioannis Giannulis para reforzar el juego interior de cara a los play-offs. A falta de una jornada, el Unicaja luchaba por la cuarta plaza, desplegando un gran juego de equipo que les llevó a convencerse de sus posibilidades en la lucha por el título de campeón. Al final, los resultados de esta última jornada propiciaron un triple empate del que el Unicaja salió perjudicado y acabó en una meritoria (teniendo en cuenta el comienzo de liga) sexta plaza que le emparejó en los play-offs con el tercer clasificado, el Pamesa Valencia.
En una eliminatoria a vida o muerte, ya que el perdedor no accedería a la máxima competición europea en la próxima temporada, los dos equipos dieron el cien por cien de sus posibilidades y así se llegó a un agónico quinto partido de desempate que se disputó en el Pabellón de la Fuente de San Luis de Valencia, merced a la mejor clasificación del Pamesa en la Liga Regular.
Cuando todo el mundo daba por favorito al equipo valenciano, el Unicaja se sobrepuso y dio la vuelta a la serie haciéndose con una heroica victoria que le dio la clasificación por cuarta temporada consecutiva (quinta en total) en la máxima competición europea: la Euroliga.
Pero, además de la plaza para la Euroliga, el triunfo en Valencia mantenía vivo al Unicaja en la lucha por el título, aunque le esperaba un duro rival en las semifinales: el F.C. Barcelona. El Unicaja viajó a la ciudad catalana con toda la ilusión que había acumulado en Valencia, pero en los dos encuentros que se disputaron en el Palau Blaugrana, el equipo local se llevó la victoria, aunque con mucho esfuerzo. Con 2-0, la eliminatoria se trasladó a Málaga y el Palacio de Deportes Martín Carpena volvió a vivir un ambiente de gala para intentar un nuevo reto, pero en este tercer encuentro, el Unicaja, a pesar de ir ganando hasta por 14 puntos, acabó cayendo en el último minuto, lo que colocaba un 3-0 definitivo en la serie, que no mostró la igualdad vivida en cada partido.
Aún así, el balance de la temporada, que vivió muchos cambios, resultó más que positivo con una cuarta plaza final en la clasificación y la oportunidad de jugar de nuevo en la Euroliga.