La temporada 2008/2009 fue el inicio del cambio de ciclo con la llegada al banquillo de Aíto García Reneses y empezó con muy buen sabor de boca, ya que se pudieron cumplir todos los objetivos del equipo en las tres competiciones en las que participó. A falta de un título, logro muy complicado que no puede alcanzarse siempre, el Unicaja estuvo a un paso de conseguir la Copa del Rey, entre los 16 primeros en la Euroliga y a un solo tiro de disputar la final ACB.
Aíto García Reneses llegó a Málaga tras ganar la medalla de plata con la Selección Española en los Juegos Olímpicos de Pekín, y con él llegaron diversas incorporaciones: Robert Archibald procedente del Azovmash Mariupol -campeón de Ucrania-, Omar Cook, del Estrella Roja de Belgrado y Thomas Kelati que venía de jugar en el Turow de Polonia.
Los tres se unieron a una base de jugadores del año anterior formada por cuatro malagueños, Carlos Cabezas, Germán Gabriel, Alfonso Sánchez y Berni Rodríguez; Carlos Jiménez, que junto a Berni había formado parte de la selección subcampeona olímpica; Marcus Haislip, Jiri Welsch y Boni Ndong.
El equipo, lejos de acusar los cambios de jugadores y sobre todo de entrenador, respondió desde el primer momento, y eso a pesar de las lesiones que se produjeron varios jugadores a principios de temporada. Berni Rodríguez, Alfonso Sánchez, Germán Gabriel o Marcus Haislip causaron bajas durante un tiempo considerable durante esta primera parte de la temporada. Ante esta circunstancia, el Club fichó a Gomis, en plena pretemporada, incorporó a Jon Cortaberría procedente del equipo filial y contrató durante un mes al pívot norteamericano Paul Shirley. Todos los jugadores lesionados, a excepción de Alfonso Sánchez, se recuperaron para mitad del mes de diciembre.
El primer título en juego fue el de la Copa del Rey, al que el Unicaja llegaba en un momento idóneo de forma pero con la contrariedad de las lesiones de última hora de Boni Ndong, con un estiramiento en el cuádriceps y Carlos Cabezas, que con una rotura de fibras no pudo participar hasta la final. A pesar de todo, el Unicaja supo rehacerse y venció en cuartos de final al Kalise Gran Canaria y en semifinales al MMT Estudiantes. En la final se encontró de nuevo con el TAU Cerámica, un duelo clásico ya, en un partido en el que compitió hasta el último segundo cuando tras fallar el tiro se vio abocado a la prórroga donde acabó imponiéndose el TAU. A pesar de la derrota los aficionados malagueños que se desplazaron a Madrid en un número cercano al millar se mostraron muy satisfechos con la actuación de su equipo.
Por otra parte, la trayectoria del equipo en la Euroliga también fue brillante a pesar de quedar encuadrado en un grupo con varios equipos campeones de Europa como Cibona, Olympiacos o Maccabi. Al final de esta primera fase de la Euroliga, el Unicaja terminó primero de grupo y clasificado para el Top 16 como cabeza de serie. En esta ronda el Unicaja se jugó la plaza para el Top8 con el Partizan de Belgrado. Este partido se jugó tan sólo tres días después de la Copa. El cansancio acumulado de los tres días seguidos de competición en la Copa y el buen juego desplegado por el equipo serbio llevó el partido a la prórroga, donde de nuevo el equipo acabó perdiendo y por tanto acabó con sus opciones de clasificación, aunque el hecho de haber disputado de nuevo el Top 16 es muy meritorio.
En la Liga ACB, el equipo terminó la fase regular en tercera posición y disputó unos playoff de cuartos de final muy competidos con un equipo muy luchador, el Kalise Gran Canaria, que puso en aprietos al Unicaja. Después de vencer el primer partido en el Martín Carpena, los canarios tenían la oportunidad de decidir un play-off al mejor de tres partidos en su cancha pero el Unicaja supo responder y gracias a una canasta del malagueño Carlos Cabezas en los instantes finales, forzó el tercer partido, de nuevo en Málaga, que ya ganó con solvencia. En las semifinales, se encontró con el Regal F.C. Barcelona con el que compitió hasta el último minuto en una eliminatoria también al mejor de tres encuentros. En el primer partido en Barcelona, luchó hasta el final pero acabó ganando el equipo local, pero ya en Málaga con el apoyo de su afición el Unicaja respondió como siempre y ganó el segundo punto. En el tercer y definitivo encuentro, en Barcelona, el Unicaja revivió lo ocurrido en las otras dos competiciones y después de tener en su mano la última posesión para ganar no la aprovechó y se forzó una prórroga en la que no pudo superar a su rival. Con esta derrota, el Unicaja ocupó también la tercera posición en la clasificación final.
Además, con el cambio en el sistema de clasificación para la Euroliga en la que ahora se establece un tipo de licencia semivitalicia que asegura la participación en la máxima competición europea salvo catástrofe en la liga nacional, el Unicaja que ha conseguido una de estas Licencias A, estará presente en esta Euroliga, como mínimo, en los tres próximos años.
Aíto García Reneses llegó a Málaga tras ganar la medalla de plata con la Selección Española en los Juegos Olímpicos de Pekín, y con él llegaron diversas incorporaciones: Robert Archibald procedente del Azovmash Mariupol -campeón de Ucrania-, Omar Cook, del Estrella Roja de Belgrado y Thomas Kelati que venía de jugar en el Turow de Polonia.
Los tres se unieron a una base de jugadores del año anterior formada por cuatro malagueños, Carlos Cabezas, Germán Gabriel, Alfonso Sánchez y Berni Rodríguez; Carlos Jiménez, que junto a Berni había formado parte de la selección subcampeona olímpica; Marcus Haislip, Jiri Welsch y Boni Ndong.
El equipo, lejos de acusar los cambios de jugadores y sobre todo de entrenador, respondió desde el primer momento, y eso a pesar de las lesiones que se produjeron varios jugadores a principios de temporada. Berni Rodríguez, Alfonso Sánchez, Germán Gabriel o Marcus Haislip causaron bajas durante un tiempo considerable durante esta primera parte de la temporada. Ante esta circunstancia, el Club fichó a Gomis, en plena pretemporada, incorporó a Jon Cortaberría procedente del equipo filial y contrató durante un mes al pívot norteamericano Paul Shirley. Todos los jugadores lesionados, a excepción de Alfonso Sánchez, se recuperaron para mitad del mes de diciembre.
El primer título en juego fue el de la Copa del Rey, al que el Unicaja llegaba en un momento idóneo de forma pero con la contrariedad de las lesiones de última hora de Boni Ndong, con un estiramiento en el cuádriceps y Carlos Cabezas, que con una rotura de fibras no pudo participar hasta la final. A pesar de todo, el Unicaja supo rehacerse y venció en cuartos de final al Kalise Gran Canaria y en semifinales al MMT Estudiantes. En la final se encontró de nuevo con el TAU Cerámica, un duelo clásico ya, en un partido en el que compitió hasta el último segundo cuando tras fallar el tiro se vio abocado a la prórroga donde acabó imponiéndose el TAU. A pesar de la derrota los aficionados malagueños que se desplazaron a Madrid en un número cercano al millar se mostraron muy satisfechos con la actuación de su equipo.
Por otra parte, la trayectoria del equipo en la Euroliga también fue brillante a pesar de quedar encuadrado en un grupo con varios equipos campeones de Europa como Cibona, Olympiacos o Maccabi. Al final de esta primera fase de la Euroliga, el Unicaja terminó primero de grupo y clasificado para el Top 16 como cabeza de serie. En esta ronda el Unicaja se jugó la plaza para el Top8 con el Partizan de Belgrado. Este partido se jugó tan sólo tres días después de la Copa. El cansancio acumulado de los tres días seguidos de competición en la Copa y el buen juego desplegado por el equipo serbio llevó el partido a la prórroga, donde de nuevo el equipo acabó perdiendo y por tanto acabó con sus opciones de clasificación, aunque el hecho de haber disputado de nuevo el Top 16 es muy meritorio.
En la Liga ACB, el equipo terminó la fase regular en tercera posición y disputó unos playoff de cuartos de final muy competidos con un equipo muy luchador, el Kalise Gran Canaria, que puso en aprietos al Unicaja. Después de vencer el primer partido en el Martín Carpena, los canarios tenían la oportunidad de decidir un play-off al mejor de tres partidos en su cancha pero el Unicaja supo responder y gracias a una canasta del malagueño Carlos Cabezas en los instantes finales, forzó el tercer partido, de nuevo en Málaga, que ya ganó con solvencia. En las semifinales, se encontró con el Regal F.C. Barcelona con el que compitió hasta el último minuto en una eliminatoria también al mejor de tres encuentros. En el primer partido en Barcelona, luchó hasta el final pero acabó ganando el equipo local, pero ya en Málaga con el apoyo de su afición el Unicaja respondió como siempre y ganó el segundo punto. En el tercer y definitivo encuentro, en Barcelona, el Unicaja revivió lo ocurrido en las otras dos competiciones y después de tener en su mano la última posesión para ganar no la aprovechó y se forzó una prórroga en la que no pudo superar a su rival. Con esta derrota, el Unicaja ocupó también la tercera posición en la clasificación final.
Además, con el cambio en el sistema de clasificación para la Euroliga en la que ahora se establece un tipo de licencia semivitalicia que asegura la participación en la máxima competición europea salvo catástrofe en la liga nacional, el Unicaja que ha conseguido una de estas Licencias A, estará presente en esta Euroliga, como mínimo, en los tres próximos años.