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Unicaja Salud y Rendimiento


11 de diciembre de 2019

Los esguinces de tobillo en jugadores de cantera

En esta nueva entrada de nuestro blog de Salud y Rendimiento se responden algunas de las preguntas más recurrentes sobre una de las lesiones más comunes del baloncesto de formación, desde el análisis de los datos recogidos en la Cantera de Unicaja en la temporada pasada: ¿cómo podemos diferenciar la gravedad de un esguince?, ¿Se lesionan más los niños o las niñas?, ¿Cuáles son los factores predisponentes de dicha lesión? o, ¿cómo podemos reducir el número de esguinces?

El tobillo en el baloncesto de formación

El tobillo es la articulación que se lesiona con más frecuencia en los deportes de contacto. El baloncesto requiere constantes saltos y aterrizajes, desplazamientos multidireccionales con y sin contacto y cambios de ritmo que obligan a la musculatura del miembro inferior a estar preparada.

 

El 90% de las lesiones que puede sufrir un tobillo son esguinces, y la mayoría de estos afecta a alguno de los tres fascículos del complejo ligamentoso lateral. Si estas lesiones no son tratadas como se debe, provocan recidivas que terminan desencadenando, en el 40% de los casos, inestabilidad crónica del tobillo. Además, puede alterar el equilibrio articular tanto a nivel de la rodilla como de la cadera.

 

¿Qué es un esguince? ¿Cómo sabemos su gravedad?

Los esguinces son daños en la estructura del ligamento que suelen producirse por un exceso de tensión al sobrepasar el límite del movimiento articular.

 

La gravedad varía en función de los diferentes daños producidos en las estructuras que estabilizan el tobillo

 

Esguince de grado I:  Es un sobre-estiramiento de ellas, el cual provoca una pequeña inflamación, pero sin una laxitud articular asociada significante. Estos son los casos más comunes, una torcedura de tobillo que provoca una baja de varios días si la evolución va bien. En nuestra Cantera, el 66% de los esguinces fueron de grado I.

 

 

Esguince de grado II:

Cuando el ligamento sufre una rotura parcial o desgarro de sus fibras. Suele manifestarse con gran edema y dolor e incapacidad funcional, de los cuales registramos 18.

 

Dependiendo de la cantidad de fibras que estén afectadas, la gravedad de la lesión y el tiempo de recuperación serán diferentes. La evolución de la lesión depende de diversos factores como pueden ser el estado previo del ligamento (si se trataba de recidiva).

 

Aplicaremos el Protocolo POLICE (Protección, Carga Óptima, Hielo, Compresión y Elevación) en función de la evolución

 

De nuestros 40 jugadores lesionados, el 45% ha tenido una recidiva, siendo el número total de lesiones 53.

 

Esguince de grado III

Es la forma más grave de lesionarse un ligamento, ya que se produce una rotura de los 3 fascículos del ligamento lateral externo asociado en algunos casos a fractura arrancamiento del maleolo peroneal. El tratamiento es Quirúrgico.  

 

Por suerte, durante la temporada pasada no tuvimos ningún caso de tal gravedad.

 

Factores a tener en cuenta: sexo, lateralidad de la lesión

En un estudio llevado a cabo por Zuckerman, S. L et al. sobre las lesiones de las ligas NCAA masculina y femenina durante seis temporadas consecutivas registraba frecuencias más altas de esguince de tobillo en los hombres que en las mujeres, aunque las consecuencias de los de ellas solían ser más severas.

 

En nuestro caso, aunque sólo sea el registro de una temporada, las lesiones en la sección femenina eran 34 en contraposición de las 19 de la sección masculina. Sin embargo, a pesar de que el porcentaje de recidiva es mayor en mujeres que en hombres, la incidencia más elevada de esguince de grado II era del grupo de chicos mayores de 16 años.

 

Por otro lado, nuestros datos coinciden con otros autores que afirmaban que las jugadoras en edades de formación tenían más riesgo de sufrir esguinces de tobillo de grado I respecto a sus iguales masculinos.

 

 

Respecto a la lateralidad de la lesión, los datos reflejaron que no hubo diferencias significativas, pero sí que los grupos que se lesionan más el tobillo izquierdo eran los femeninos y que ninguna jugadora zurda se lesionó el tobillo derecho.

 

 Entonces, ¿ser mujer implica un aumento del riesgo a sufrir esguinces en el tobillo izquierdo? ¿Es significativa la relación entre la lateralidad del jugador (si es zurdo o diestro) y la lateralidad de la lesión? ¿Padecen más lesiones de tobillo las niñas que los niños?

 

No hay consenso en los estudios científicos realizados hasta la fecha en numerosas ocasiones y la población de nuestro estudio no es lo suficientemente grande y relevante para poder concluir esta cuestión a partir de nuestros datos.

 

 El momento en el que se produce la lesión es un dato clave

Otro tema interesante sobre las lesiones es el momento del entrenamiento o partido en el que se producen. Durante el año pasado intentamos tenerlo en cuenta para ver cómo influye esto en el riesgo a sufrir una lesión en los ligamentos del tobillo. En el siguiente gráfico observamos el momento del entrenamiento o el cuarto del partido con su porcentaje correspondiente abajo, del mismo color.

 

 

 

Analizando los datos vemos que casi el 60% de las lesiones ligamentosas del tobillo tuvieron lugar una vez pasada la primera media hora de entrenamiento y que la mayoría se produjeron mientras entrenaban (37) y no en los partidos de competición (15).

 

¿Qué podemos hacer para disminuir el número de esguinces? Situación actual y calentamiento preventivo

 

El Área de Salud y Rendimiento de Unicaja Baloncesto fue elaborando (y ha elaborado para esta temporada también) un plan de cargas específico para cada equipo tanto de los entrenamientos con balón como de la parte física, con el objetivo de no sobrecargar a los jugadores y así intentar disminuir el riesgo de lesiones. Los entrenadores saben, de esta manera, cuánto tiempo pueden entrenar cada día y la intensidad que han de exigir en cada momento del entrenamiento.

 

Trabajamos para mejorar en varios aspectos, entre otros el papel  del sistema hormonal en las chicas y la incidencia del ciclo menstrual en las lesiones que padecen

 

Algunos autores confirman que se produce un aumento del riesgo de lesión en los ciclos premenstruales y durante la menstruación

 

Con el objetivo de disminuir el número de lesiones, tanto de LCA como los Esguinces de tobillo diseñamos en la temporada 2018-19 el denominado Calentamiento Preventivo Unicaja Baloncesto cuya versión actualizada presentaremos en breves fechas en este blog

 

CONCLUSIONES

Las conclusiones respecto a los datos obtenidos de la Cantera de Unicaja durante la pasada temporada son las siguientes:

1. Las jugadoras con menos de 16 años fueron las que sufrieron más lesiones de los ligamentos del tobillo de la Cantera.

2. La relación sexo-riesgo de lesión no está aún demostrada científicamente. Nuestros datos reflejan que las jugadoras se lesionan más que los jugadores.

3. El 45% de las lesiones fueron recidivas.

4. El 66% de los esguinces han sido leves o de grado I.

5. El 60% de las lesiones se produjeron una vez pasada la 1ª media hora del entrenamiento. Los esguinces en partidos de competición son minoritarios.

6. Se ha de seguir llevando un control de cargas del entrenamiento con balón además de un plan de mejora de la propiocepción y estabilidad en apoyos para disminuir el riesgo de lesión que ya se está llevando a cabo mediante el calentamiento preventivo nuevo.

7. Es muy importante el trabajo de la musculatura intrínseca y extrínseca del pie tanto en el tratamiento de esta lesión como en la prevención, sobre todo de los músculos peroneos largo y corto y del tibial posterior.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Alicia Arrabal

Fisioterapeuta Unicaja Baloncesto